
El compromiso:
“Todos los cristianos y hombres de buena voluntad están llamadas hoy a trabajar no sólo por la abolición de la pena de muerte, sino también para mejorar las condiciones de las cárceles, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad.” - Papa Francisco(1)
En respuesta al llamado del Papa Francisco, me comprometo a concientizar, abogar y rezar por la abolición de la pena de muerte:
Concientizar
- Seré más consciente y ayudaré a concientizar a mi comunidad de fe sobre las injusticias de la pena de muerte, del como ésta pone en riesgo la vida de inocentes, defrauda los familiares de las víctimas y contradice la enseñanza pro-vida de la Iglesia católica.
Abogar
- Cumpliré el llamado a ser discípulo defendiendo la dignidad de toda vida, incluso la de las personas condenadas a muerte. Trabajaré activamente por la abolición de la pena capital en mi estado y en mi país.
Rezar
- Rezaré por todas las personas involucradas en el sistema de justicia penal para que obtengan misericordia y sanación: las víctimas de crímenes y sus familiares, los encarcelados y los que se encuentran en el pabellón de la muerte, las comunidades víctimas de violencia y todos los que trabajan en el sistema legal.
Dios misericordioso, que tu amorosa compasión me guíe mientras promuevo la abolición de la pena de muerte. Haz de mí un instrumento de tu misericordia que sana a los quebrantados y acoge a los marginados. Amén.
(1) Ángelus, 21 de febrero de 2016
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